Tres definiciones de normal.
(Ojo con la definición de normalidad.)
- Distribución Normal:
La distribución normal es una curva con forma de campana, con eje de simetría en el punto correspondiente al promedio del universo m. La distancia entre el eje de simetría de la campana y el punto de inflexión de la curva es igual a s, la desviación standard de la población…Cuando nos encontramos con una población de observaciones, si podemos afirmar que la distribución correspondiente es normal, sólo hace falta estimar la media y la desviación standard para tener toda la información necesaria acerca de dicha población.
2. Normal:
adj. Dicho de una cosa: Que, por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano.
3. Normalidad e infancia:
Es alrededor de los niños patológicos (los problemáticos, los recalcitrantes, los delincuentes) que las concepciones de normalidad han tomado forma. No es que un conocimiento del curso normal del desarrollo de un niño haya permitido a los expertos convertirse más idóneos para identificar aquellos niños desafortunados que son en alguna manera anormales. En cambio, las nociones expertas de normalidad son extrapoladas desde nuestra atención a aquellos niños que les preocupan a las cortes, a los maestros, a los doctores y a los padres. La normalidad no es una observación sino una valoración. No sólo contiene un juicio acerca de lo que es deseable sino un mandato como un fin a ser alcanzado. Al hacerlo, hoy en día la noción misma de lo “normal” le concede poder a la verdad científica y a la autoridad de los expertos.
«El gobierno del alma» cap 11 «El joven ciudadano»
(Gracias Mónica por enviarme tan maravillosa lectura)
Educando en la Casa 
de hecho, son mas las connotaciones de lo normal.
1. La normalidad como distribución de ocurrencia.
2. La normalidad como lo más frecuente.
3. La normalidad como lo esperable.
4. La normalidad como lo inalterado.
5. La normalidad como lo moral.
A la gente como yo nos gusta ser anormales 😉
En cambio, yo soy aburridamente normal, pero con consciencia de naturalización 🙂
(Faltó lo normal como lo hegemónico)
lo interesante es que uno generalmente viene con carga del otro, aunque no se suponga. Lo hegemónico es un buen ejemplo de aquello.
La conciencia es lo que hace la gran separación.
Finalmente es el reconocimiento de la otredad como legitima y, por tanto, sujeta de derechos ciudadanos.
@tatemae, mia mor, me dejaste pensando con tu comentario.
A la gente le gusta ser normal porque la normalidad es seductora (donde mires te premian por ser normal). Así, gente como yo (o sea lesbianas, feministas, y creo que esas son mis anormalidades menos funcionales), dice que aspira a la norma porque aspiran a ser ciudadanas con pleno derecho (queremos el derecho a casarnos y a criar, por ejemplo, así como en su minuto las mujeres querían derecho a voto).
Aspirar a tener derechos no es lo mismo que querer ser normal. Yo quiero mis derechos, y me gusta se anormal.