Enseñar a leer: «UN RECUERDO INFANTIL DE LEONARDO DA VINCI» .

5 01 2013
Me encanta leerle en voz alta a mis hijos. Me gusta por el clima afectivo que se crea al estar abrazados en torno a un libro.
He vuelto a leerle en voz alta a mi niña, ahora que tiene 16. Ya no la narrativa, ella lo puede hacer sola. Hemos empezado a leer ensayos. Yo leo en voz alta, paso con facilidad sobre las palabras «difíciles» y voy mediando y explicándole todo lo que la escuela no le ha enseñado: Contextualizo a los autores, explico conceptos, planteo preguntas y modelo una forma de acercarse al pensamiento disciplinar. Es como volver a enseñarle a leer, y encontrarnos afectiva mente a través de la palabra escrita, esta vez para entrar al mundo de las ideas.
Ahora estamos leyendo juntas: «UN RECUERDO INFANTIL DE LEONARDO DA VINCI» . Me suplicó que le comprara Psicoanalisis y arte de Freud. Le iba a decir que no, temerosa a que no lo entendiera. Pero me dije ¿Por qué no?. Si a los tres años le leí: Las crónicas de Narnia, a los 16 puedo mediar con Freud. 
Así que allí estamos, leyendo ambas el primer ensayo del libro, sorprendiéndonos juntas, pues yo jamás lo he leído antes. Mientras, explico lo que era el renacimiento, su idea de hombre, la obra y vida de Leonardo. Las diferencias del Renacimiento con los tiempos de Freud, las bases e importancia del psicoanalisis en la cultura moderna y, en especial, durante el siglo XX. Mil y un temas, mientras regaloneamos en torno a un libro.
 




El Kaleva

13 12 2012

Mi niña está postulando a un intercambio estudiantil y ha escogido Finlandia entre sus opciones. Lo quiere por ser un destino exótico, por el arte y diseño en esas latitudes, por su sistema educacional y, por que está segura, que jamás irá por cuenta propia.

Estamos cruzando los dedos para que quede seleccionada y en aquel país. De momento, ha pasado todo las etapas del proceso. Verla postular me llena de orgullo; ha realizado los trámites sola; ella se escribe con los miembros del comité y me envía copia de los mails para mi respaldo. Nosotros apoyamos en silencio desde atrás.

¡Está tan grande! Es maravilloso verla abrirse paso a la juventud. Me emociona profundamente.

Buscando información sobre finlandia, encontré esta maravillosa epopeya finesa llamada El Kalevala. Me ha maravillado su delicada belleza. Planeo leérmela este fin de semana y, de ser posible, leérsela a mi niña en voz alta, como despedida de lo que fue nuestro ritual de infancia: la lectura oral de mitos y leyendas de otras culturas.

Aquí les dejo un trozo de esta maravillosa epopeya.

Erase una vez una virgen; una hermosa virgen, Luonnótar , hija de Ilma. Vivía,desde hacía largo tiempo, casta y pura, en medio de las vastas regiones del aire, delos inmensos espacios de la bóveda celeste.Pero he aquí que un día comenzó a sentir el hastío de las horas, a fatigarse de su virginidad estéril, de su existencia solitaria en las llanuras del aire, tristes y desiertas.Y descendió de las altas esferas, y se lanzó en la plenitud del mar, sobre la grupa blanca de las olas.Entonces un viento impetuoso, un viento de tempestad, sopló de oriente; el mar se hinchó y se agitó en oleajes.La virgen fue arrastrada por la tempestad, flotando de onda en onda, sobre las crestas coronadas de espuma. Y el viento salobre vino a acariciar su regazo. Y el mar la fecundó.

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El maestro ignorante. Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual.

17 06 2012

Hay libros esenciales. El maestro ignorante es uno de ellos. No encontraras allí un tratado de pedagogía ni mucho menos un manual de «hágalo ud mismo», pero si tu preocupación es una educación transformadora, si lo que te quema por dentro es la pregunta por la libertad e igualdad en educación, si te preguntas por una educación que emancipe o si educas en la casa por una apuesta realmente libertaria entonces este es tu libro. Un hermoso ensayo de filosofía política que se pregunta por la posibilidad de la igualdad. Bien lo dice Ranciere en una entrevista que puedes encontrar en este enlace en que desarrolla el principio de educación universal:

En el acto de oponer la emancipación intelectual a la mecánica de la sociedad y de la institucionalización progresivas. Oponer la emancipación intelectual a la institucionalización de la instrucción del pueblo es afirmar que no hay etapas en la igualdad. Que esta es una, entera, o no es nada.





Enseñar a leer

8 04 2012

Dice la Emilia Ferreriro:

Los países pobres (ese 80%) no han superado el analfabetismo; los ricos (ese 20%) han descubierto el iletrismo. ¿En qué consiste ese fenómeno que en los años 80 puso en estado de alerta a Francia, a tal punto de movilizar al ejército en la «lucha contra el iletrismo»? El iletrismo es el nuevo nombre de una realidad muy simple: la escolaridad básica universal no asegura la práctica cotidiana de la lectura, ni el gusto por leer, ni mucho menos el placer por la lectura. O sea: hay países que tienen analfabetos (porque no aseguran un mínimo de escolaridad básica a todos sus habitantes) y países que tienen iletrados (porque a pesar de haber asegurado ese mínimo de escolaridad básica, no han producido lectores en sentido pleno). El tiempo de escolaridad obligatoria se alarga cada vez más, pero los resultados en el «leer y escribir» siguen produciendo discursos polémicos. 

Continua la Emilia Ferreriro:

Hay niños que ingresan a la lengua escrita a través de la magia (una magia cognitivamente desafiante) y niños que entran a la lengua escrita a través de un entrenamiento consistente en «habilidades básicas». En general, los primeros se convierten en lectores; los otros, en iletrados o en analfabetos funcionales.¿Quiénes van a tener la voluntad, el valor y el empeño para romper el círculo vicioso?

(http://www.taringa.net/posts/info/861531/Dra_-Emilia-Ferreiro:-Leer-y-escribir-en-un-mundo-cambiante.html)





Y tú ¿Qué lees?

3 03 2012

Concurso OEI

Me ha parecido interesante compartir con uds este dato: La OEI lanzó este interesante concurso que puede gustarle a más de un educado en casa. Es para chicos y chicas de 12 a 15 años que levanten blogs de lectura y comenten los libros que van leyendo. El plazo es hasta el 31 de Mayo.





Libros que quiero leer: La aborrecida escuela

15 02 2012

Si soy honesta, yo odié el colegio hasta los 16 años. Tan sólo en los últimos dos años fui feliz. De modo que cuando me encontré con este título: «La aborrecida escuela» mi curiosidad se activó.

Si a ello le agrego que el último libro con que volé era de la misma colección la cosa pinta buena.

Les dejo un pedacito:

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Libros que quiero leer: Construyendo un saber sobre el interior de la escuela

15 02 2012

Construyendo un saber sobre el interior de la escuela   A modo de scrapbook y recordatorio personal quiero compartir una serie de entradas denominadas «Libros que quiero leer».

Ninguno de ellos los tengo pero pienso ir haciéndome de ellos lentamente. Para no spamear, y dado que estoy en la playa, dejaré las entradas programadas apra que salgan de a poco.

El primer libro de la lista, no de importancia, será Construyendo un saber sobre el interior de la escuela.

Me interesa leerle básicamente por qué permite desentramar una trama enmarañada que es la configuración de la escuela actual y los elementos que la componen.

Adjunto ficha técnica:

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La escuela en casa: homeschooling.

28 01 2012

Silvina GivritzHe comprado el libro «La educación ayer, hoy y mañana» de Silvina Gvritz & Victoria Abregú. Una amiga a quien se lo presté me ha dicho que leer el libro es escucharme hablar. Me alegro de saber que no «hablo» leseras. Es un gran piropo pues Gvirtz es genial, aunque igual tengo algunas distancias conceptuales con la autora.  Aún así, he sentido algo de decepción al leerlo pues tenía en la cabeza la idea para escribir un libro, lo rumié todo el año y ¡Alá! ya estaba escrito. Jejeje, bueno así es la vida. 

En el capítulo destinado a la historia de la pedagogía hay un apartado dedicado a la educación casera, lo copio pues sé que les interesa:

La escuela en casa: homeschooling.

En los últimos años diversas propuestas surgieron para buscar opciones que respondieran a los intereses de algunas familias que no estaban conformes con la educación que las escuelas tradicionales les brindaban a sus hijos. Muchos padres, por propia convicción política, religiosa o cultural, cuestionan el monopolio histórico-gubernamental de una educación pública, estructurada dentro de un sistema, con edificios-escuelas, aulas, patios, bandera, horarios, maestros, alumnos, reglamentos… Pero, además de estas objeciones, lo que se cuestiona es el contenido de la educación, dado que estos padres sienten que las escuelas son incapaces de ofrecer lo que ellos desean para el crecimiento de sus hijos. ¡Toda la estructura y la organización de la escuela moderna parece estar en riesgo! 

Hasta aquí por hoy, más rato subiere otro pedacito de esta referencia al movimiento.





Extractos de «La escuela de Yasnaia Poliana»

22 01 2012

Los niños se escapan de la escuela o de la cimarra rusa

A veces, cuando las clases son interesantes y se multiplican (acontece que duran hasta siete largas horas por día), cuando los niños están cansados o en víspera de fiesta, a la sazón que las estufas se calientan en la casa para el baño, a un tiempo, sin decir una palabra, a la segunda o tercera clase que sigue a la comida, dos o tres escolares se precipitan a la sala y toman vivamente sus sombreros.(…)

¡Los niños van a casa!. Y oís golpear los piececitos en los escalones; y los escolares, bajando a brincos, retozando como gatos, cayendo sobre la nieve, se adelantan a la carrera uno a otro y se lanzan gritando hacia casa.
Estas escenas se reproducen una o dos veces por semana. Es humillante y penoso para el maestro, quien lo tolera sólo porque ello da una significación más grande a las cinco, seis y hasta siete lecciones, libre, voluntariamente escuchadas cada día por los alumnos. Sólo así se puede estar seguro, cuando estas escenas se repiten, que la enseñanza, por insuficiente, por exclusiva que se la suponga, no es ni mala ni ineficaz. Si la alternativa se expusiera en estos términos: ¿qué vale más, que no ocurra ninguna de estas escenas durante el año entero, o que se repitan por mitad con las lecciones?, escogeríamos este último término. Por mi parte, en la escuela de Yásnaia Poliana, estoy satisfecho de haberlas visto reproducirse muchas veces en un mes. A pesar de la libertad dada a los niños para que se vayan cuando les parezca bien, la autoridad del maestro es tan grande, sin embargo, que en estos últimos tiempos he temido mucho que la disciplina de las clases, el empleo del tiempo, las notas, aunque sean carga tan ligera, acabasen por coartar su libertad, por sujetarles completamente a la red tramada contra ellos por nuestra astucia para cercenarles la facultad de la elección y de la protesta. Si de buena voluntad han continuado estudiando, no obstante la libertad que se les dejaba, no creo que se deba atribuir el mérito a las solas virtudes de la escuela de Yásnaia Poliana; creo que se obtendría el mismo resultado en la mayor parte de las escuelas, y que el deseo de aprender es bastante fuerte en los niños para motivar el soportarlos en condiciones tan enojosas, el perdonarles tales defectos. Es bueno, es necesario dejarles la facultad de semejantes escapatorias, siquiera sea para prevenir faltas mayores, más graves abusos.





¿Porqué leer?

17 01 2012

«Siempre he tenido un problema con la autoridad. Aún ahora, nada me indigna más que eso que se llama argumentos de autoridad, que consisten como es sabido en invocar una supuesta autoridad para acallar las preguntas. Se oponen al razonamiento, al maravilloso razonamiento, maravilloso porque se basa en la confianza. Los argumentos de autoridad se basan en el desprecio. Mi desconfianza en la autoridad tenía por contrapeso a la casi mágica confianza en lo escrito. Una frase, según el bárbaro en miniatura que era yo, sería una llave» (¿Porqué leer?, Charles Dantzig).





Intruseando librerías

18 12 2011

Hemos recorrido muchas librerías del centro de Santiasco. Aquellas de Huérfanos y Merced. Descubrimos una, medianamente pequeñita,  con una gran colección de volúmenes dedicados al cine. La pequeña cinéfila casi enloqueció:


Mamá, mira un libro de Stanley Kubrick (…) Mira uno de Spielberg (…) ¡Cuestan «sólo» nueve lukas!. Mira, mira, mamá, mira: ¿Como hacer un documental? ¡1001 películas que hay que ver antes de morir!. El guión de Johny cien pesos, ¡Me eeeeencaaaanta Johny cien pesos! 
Mamá, cooooomprame esssste – imploraba ante cada libro que miraba.

Yo negándome a comprar nada. Si me pidiera algo tonto, no sé un CD de Justin Bieber no tendría problemas en decir que no con firmeza. Sin embargo, cuando lo que me pide es buena música, libros y pelis es más dificil ¿no?. Aún así me mantuve firme en mi negativa.

Ha sido muy lindo estos dos finde en Santiago. Hemos conversado mucho, paseando de aquí para allá. Simplemente gozando el estar juntas, (re) conociéndonos en esta otra etapa de su vida, entrando un poco en su mundo, dejando que me guié por el y, a la vez, abriéndole puertas, sugiriéndole caminos y posibilidades.

En esta etapa una es más necesaria que nunca, se debe aprender a estar sin ahogar, a admirar y acompañar sin afixiar, sin castrar. Es (re) inventarse como madre.

¡Como se me crece esta niña! Se convierte en golondrina ante mis ojos y solo me queda acompañarla y admirarla mientras va probando sus alas para alzar el vuelo.





El 4,7% de los chilenos nunca lo ha hecho por voluntad propia.

15 11 2011

En cambio a mi me gusta hacerlo diariamente  en la cama, en el auto y en el jardín, sola o con mi marido. ¿Y a tí?





Momo.

10 11 2011

Me encanta Michael Ende, un amigo me lo ha recordado enviándome esta cita:

“Lo que la pequeña Momo sabía hacer como nadie era escuchar.
Eso no es nada especial, dirá, quizás, algún lector;
cualquiera sabe escuchar.
… Pues eso es un error. Muy pocas personas saben escuchar de
verdad. Y la manera en que sabía escuchar Momo era única.
Momo sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le
ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. No porque
dijera o preguntara algo que llevara a los demás a pensar
esas ideas, no; simplemente estaba allí y escuchaba con toda
su atención y toda simpatía. Mientras tanto miraba al otro
con sus grandes ojos negros y el otro en cuestión notaba de
inmediato cómo se le ocurrían pensamientos que nunca hubiera
creído que estaban en él.
Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o
indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería.
O los tímidos se sentían de súbito muy libres y valerosos. O
los desgraciados y agobiados se volvían confiados y alegres.
Y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida y
que era insignificante y que él mismo no era más que uno
entre millones, y que no importaba nada y que se podía
sustituir con la misma facilidad que una maceta rota, iba y
le contaba todo eso a la pequeña Momo, y le resultaba claro,
de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era sólo
había uno entre todos los hombres y que, por eso, era
importante a su manera, para el mundo.
¡Así sabía escuchar Momo!”





La crítica de Bettelheim a Perrault

30 07 2011

Caperucita RojaHomeschool bilingual  me hizo un interesante comentario sobre Perrault indicando con razón que sus versiones son del siglo XVII mientras que los Grimm son del XIX. El tema, a mi juicio y sin ser experta, es que Perrault adapta mientras los Grimm «recojen» la tradición oral. Es en esta adaptación que Perrault deja fuera elementos centrales de dichos cuentos. Dejo aquí algunos comentarios de Bettelheim que me parecieron interesantes, cabe recordar eso sí, que el interés de este último apunta al valor de los cuentos en tanto su poder liberador y formador. Su mirada es psicoanalítica no literaria.

Sobre la Bella durmiente

Perrault, al dirigirse a los cortesanos, a los que consideraba como sus lectores, se mofaba de las historias que narraba. Por ejemplo, especifica que a la reina-ogro le gustaba que le sirvieran los niños «con salsa Robert». Introduce detalles que denigran el carácter del cuento de hadas, como cuando describe el despertar de Bella Durmiente, diciendo que sus ropas estaban pasadas de moda: «Por el escote de su vestido asomaba uno de esos ridículos cuellos que llevaba mi bisabuela, pero no por eso parecía menos hermosa y encantadora». Como si los héroes de los cuentos de hadas no vivieran en un mundo en el que las modas cambian.

Tales observaciones, en las que Perrault mezcla indiscriminadamente la fantasía de los cuentos de hadas con el racionalismo más mezquino, desvalorizan enormemente su trabajo. El detalle del vestido por ejemplo, destruye un tiempo mítico, alegórico y psicológico, sugerido por esos cien años de sueño, convirtiéndolo en un tiempo cronológico concreto. Le da una connotación ridícula; no como en las leyendas de santos que, después de cien años de sueño, despertaban, se daban cuenta de cómo había cambiado el mundo, y se transformaban de nuevo en polvo. Añadiendo todos esos detalles, con los que Perrault pretendía divertir a su público, no hizo más que destruir la sensación de eternidad, elemento básico que contribuye a la efectividad de los cuentos de hadas.

La Cenicienta

Como es característico en todas las historias de Perrault, el fallo de su versión es que tomó el material de un cuento de hadas —el relato de Basile o alguna otra historia de «Cenicienta» que llegó a sus oídos a través de la tradición oral, o bien una combinación de ambas posibilidades—, lo despojó de todo contenido, según él, vulgar, y pulió los demás rasgos para convertirlo en un producto adecuado para ser narrado en la corte. Al tratarse de un autor de gran ingenio y sensibilidad, inventaba detalles y transformaba otros para elaborar la historia según sus propios criterios de estética.

(…)

La versión de Perrault y las que derivan directamente de ella describen el carácter de la heroína de manera muy distinta a las demás variantes. La Cenicienta de Perrault es demasiado sosa e insulsamente buena, carece de toda iniciativa (lo cual podría justificar que Walt Disney se basara en el relato de Perrault sobre Cenicienta para realizar su propia versión de la historia). La mayoría de protagonistas centrales de este cuento son, en otras versiones, mucho más humanas.





Summerhill: Un punto de vista radical sobre la educación de los niños

20 03 2011

Desde hace un año que estoy con deseos de leer los libros clásicos en educación. Para mi humillación sólo puedo decir que me he quedado en las puras buenas intenciones. Fuera de «El Emilio», y algo de Paulo Freire, es poco lo que avancé en esa línea durante el año pasado.

Esta semana he puesto mis garras en el libro Summerhill: Un punto de vista radical sobre la educación de los niños. Debo ser  honesta, me acerco a este con una actitud suspicaz y de gran sospecha. Los discursos de ese tipo suelen generarme tantas dudas como los autoritarios.

Mi primera sorpresa la encontré en el prólogo. Está escrito por Erick Fromm y pone en el tapete exactamente lo que me preocupaba: la mentira que ocultan las educaciones seudo progresistas. ¡No lo podía creer! En la voz del psicoanalista estaban expresadas mis sospechas de un autoritarismo «amable», envuelto en caramelo, pero no menos autoritario y violento. Un autoritarismo del cual, quienes educamos en la casa, tampoco escapamos pero podemos alienarnos en el autoengaño de una «educación en libertad», siendo doblemente opresivo pues puede ocultar un sistema de manipulación.

Dice Fromm:

«No es que la autoridad haya desaparecido, ni siquiera que sea más débil, sino que de autoridad evidente de fuerza se convirtió en autoridad anónima de persuasión y sugestión. En otras palabras, para ser adaptable, el hombre moderno se ve obligado a alimentar la ilusión de que todo se hace con su consentimiento, aun cuando ese consentimiento es obtenido, por decirlo así, por la espalda, o a espaldas de su conciencia.

Los mismo artificios se emplean en la educación progresista. Se obliga al niño a tragar la píldora, pero la píldora va envuelta en azúcar. Los padres y los maestros han confundido la verdadera educación no autoritaria con la educación por medio de la persuasión y de la coacción disimulada. Así se degradó la educación progresista. No llegó a ser lo que estaba destinada a ser y no se desarrolló nunca como debió hacerlo.

Veremos como me va con el resto del libro. Al menos en las primeras 11 páginas enganché.





La cita del día: Comida cotidiana en Antigua Roma

5 03 2011
Es común que se hable de los banquetes romanos pero ¿Qué comían a diario?. El libro UN VIAJE CULINARIO A LA ANTIGUA ROMA nos trae alguna información. Cómo verán, cada vez me entusiasma más la idea de acercarnos a la vida cotidiana de la Antigua Roma a través de la preparación de sus comidas.
Sabemos que los antiguos romanos realizaban tres comidas al día:

Ientaculum:

Equivaldría a nuestro desayuno (7 u 8 h), basado en queso, leche y pan untado con aceite, ajo y sal o remojado en vino.
A veces se tomaba miel, queso, higos, huevos, fruta fresca o seca, uva, dátiles, olivas adobadas,…
Al desarrollarse la pastelería, se desayunaba unos bizcochos con vino de pasas. Los niños llevaban este dulce a la escuela.

• prandium:

Tentempié al medio día, compuesto de pan, carne fría, verduras, pescados, huevos y frutas. Se comía de pie, frío y muy rápido.

• Frente a estas dos comidas tan ligeras y poco alimenticias, encontramos  la comida fuerte del día llamada Cena, llevada a cabo a la hora octava o nona del día (14 ó 15 h) después del baño.

Es importante remarcar que hasta el S.II a.C la cena era muy simple, puesto que se tomaba el puls o pulmentum,
una especie de papilla de harina de trigo, junto a los alimentos procedentes del campo. Se sabe que los trabajadores del campo realizaban una pequeña merienda y, cuando por algún motivo, se demoraba la cena se tomaba un refrigerio llamado vesperna.




La profunda capacidad de solidaridad humana

3 03 2011

Una vez buscando los pequeños objetos y los minúsculos seres de mi mundo en el fondo de mi casa en Temuco, encontré un agujero en una tabla del cercado. Miré a través del hueco y vi un terreno igual al de mi casa, baldío y silvestre. Me retiré unos pasos, porque vagamente supe que iba a pasar algo.

De pronto apareció una mano. Era la mano pequeñita de un niño de mi misma edad. Cuando acudí no estaba la mano porque en lugar de ella había una maravillosa oveja blanca. Era una oveja de lana desteñida. Las ruedas se habían escapado. Todo esto lo hacía más verdadera. Nunca había visto yo una oveja tan linda. Miré por el agujero, pero el niño había desaparecido. Fui a mi casa y volví con un tesoro que le dejé en el mismo sitio: una piña de pino, entreabierta, olorosa y balsámica, que yo adoraba. La dejé en el mismo sitio y me fui con la oveja. Nunca más vi la mano ni el niño.

Nunca tampoco he vuelto a ver una ovejita como aquélla. La perdí en un incendio. Y aún ahora en este 1954, muy cerca de los cincuenta años, cuando paso por una juguetería, miro aún furtivamente a las ventanas. Pero es inútil. Nunca más se hizo una oveja como aquélla. Yo he sido un hombre afortunado. Conocer la fraternidad de nuestros hermanos es una maravillosa acción de la vida. Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida. Pero sentir el cariño de los que no conocemos, de los desconocidos que están velando nuestro sueño y nuestra soledad, nuestros peligros o nuestros desfallecimientos, es una sensación aún más grande y más bella porque extiende nuestro ser y abarca todas las vidas. Aquella ofrenda traía por primera vez a mi vida un tesoro que me acompañó más tarde: la solidaridad humana. La vida iba a ponerla en mi camino más tarde, destacándola contra la adversidad y la persecución.

No sorprenderá entonces que yo haya tratado de pagar con algo balsámico, oloroso y terrestre la fraternidad humana. Así como dejé allí aquella piña de pino, he dejado en la puerta de muchos desconocidos, de muchos prisioneros, de muchos solitarios, de muchos perseguidos, mis palabras. Esta es la gran lección que recogí en el patio de una casa solitaria, en mi infancia. Tal vez sólo fue un juego de dos niños que no se conocen y que quisieron comunicarse los dones de la vida. Pero este pequeño intercambio misterioso se quedó tal vez depositado como un sedimento indestructible en mi corazón, encendiendo mi poesía.

Pablo Neruda, Isla Negra, 1954





Aprender a leer…más allá de las letras.

28 02 2011

La polémica

En Chile, país de pocas lecturas, ha habido una seudo polémica por un párrafo de la nueva novela del escritor peruano Jaime Bayly. Se considera que el escritor ha ofendido a nuestro pueblo. Con ese provincianismo que nos caracteriza se confunde la voz del personaje con la voz del autor. El texto de la furia es este:

«Me caen mal (los chilenos) porque son falsos, hipócritas, fariseos, taimados. Me caen mal porque simulan ser conservadores cuando son libertinos. Me caen mal porque fingen ser honrados cuando son tan tramposos como los argentinos (sólo que más discretamente). Me caen mal porque son por naturaleza pérfidos, desleales. No puedes creer en ellos. No te dicen nunca lo que están pensando. Te dicen algo retorcido y fraudulento para obtener algún beneficio generalmente monetario«….«perdón por la franqueza, pero si elijo a un chileno al azar, es feo, es un guiñapo, es un enano contrahecho, es sujeto de facciones como cuchillos afilados, es feo como una patada en los testículos. Y a pesar de eso, se sienten lindos, se sienten regios, se sienten estupendos, se sienten Primer Mundo. Primer Mundo, los cojones. Son sólo una tribu más, una tribu como la argentina, como la peruana, como la uruguaya, sólo que, como les da miedo divertirse y gastar el dinero, como ahorran por instinto conservador, son ahora una tribu pujante que sale a comprar negocios en las tribus vecinas».

Para mi es una polémica falsa que anima el espíritu nacionalista que ha ido instalando la derecha.

La diferencia entre el autor y su personaje:

No pude dejar de acordarme de una conversación que organizó la revista Babelia a Julian Marías y Umberto Eco:

U. Eco. Luego está el lector que tiene la tendencia, o la mala fe, de atribuir al autor lo que piensa el personaje.

J. Marías. ¿No es preocupante en el sentido de que es volver a cierto primitivismo?

U. Eco. Usted escribe novelas, el 20% las leen de forma correcta, el resto equivocada.

J. Marías. Esto ha vuelto con fuerza. Yo escribo con un narrador en primera persona desde hace 20 años, y se tiende a confundir al narrador con el autor, con el yo.

U. Eco. Cuando publiqué El nombre de la rosa me escribió un lector preguntando por qué afirmaba que la felicidad consiste en tener lo que se tiene. ¡Yo nunca he dicho eso, es una tontería! Fue un personaje.

Conquistar las letras es conquistar tu palabra:

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Alfabetizándome en artes visuales

26 02 2011

A raíz de mi entrada sobre la visita a la Exposición Arte en América, una amiga doctorada en didáctica de las artes, me recomienda la lectura del libro «Story of art” o Historia del Arte de Gombrich. Es un buen aporte en mi proceso de alfabetización en artes visuales. Lo he buscado para leerle, luego veré cómo lo trabajo con los críos. Aquí les dejo un articulo del libro:

¡Gracias Ale!





‘No me molestes, mamá. Estoy aprendiendo’

20 02 2011

Mi hermana me envía este video. Pensó, con razón, que podría interesarme. Eduard Punset entrevista a Marc Prensky sobre la educación del futuro y el rol de lo videos juegos en ella. Si bien no estoy de acuerdo con su apreciación del rol de la lectura, si me parecen bastante convincente algunas de sus apreciaciones sobre video juegos


La entrevista puede verse acá