No he leído aún este libro, sólo lo he hojeado. Sin embargo se ve muy interesante. Su autor, el jurista Fernando Atria, enfrenta un problema urgente para el sistema educacional chileno: la segregación inscrita en sus «genes». Ello porque:
Se basa en un principio dual de distribución: un principio de mercado (conforme al cual sólo se recibe aquello por lo que se paga) para el que puede pagar, y un principio de ciudadanía (conforme al cual se le garantiza a cada uno una provisión como una parte del contenido sub stantivo de la ciudadanía) para quienes no pueden pagar. (Ver reseña del libro aquí)
El mismo autor en una entrevista hecha al Centro de Investigación Periodística (Ciper) dirá:
Periodista: Los defensores del sistema mixto dicen que funciona bien en Bélgica y Holanda.
Atria: -Sus defensores dicen eso, pero no es así. Esta es una cuestión completamente chilena porque su característica central es que permite que la diferencia de poder económico de los padres se manifieste en la calidad de la educación. Es decir, permite la manifestación a rajatabla de los privilegios. Eso no existe en ninguna parte con la que nos guste compararnos. En Bélgica y Holanda países hay establecimientos privados, pero no pueden seleccionar por referencia a su proyecto educativo (un colegio católico no puede negar la admisión a un estudiante por provenir de una familia que no es católica) ni cobrar a sus estudiantes. El sistema chileno, en cambio, no sólo permite la existencia de establecimientos particulares, sino que además les permite seleccionar estudiantes por referencia a su propio proyecto educativo, y cobrar a sus estudiantes. Son estas dos características las que usa el privilegiado para transmitir su privilegio. Por eso, decir que nuestro modelo se como el de Bélgica y Holanda, es decir las cosas falsamente.
El tema es particularmente interesante para quienes educamos de modo casero, pues es posible tensionar y problematizar nuestra experiencia desde la lógica ciudadana como también desde la lógica mercantilista. Me encantaría leer sobre ello ¿ Alguien tiene alguna pista de algún trabajo que lo aborde?
Educando en la Casa 
El sistema » educativo» chileno parece ser el unico en el mundo donde priman, por sobre la educacion, el lucro. Cuando los » expertos » chilenos comparan nuestra educacion con la europea se muestran , o bien una tropa de ignorantes o malintencionados. yo creo que la ultima opcion es la real.
Es un ocultamiento «interesante» el que se suele hacer. A mi me da risa con los neoliberales hablando de Finlandia, por ejemplo. Hoy en mi blog de La Tercera, uno me «retó» por plantear cosas «negativas» y no mostrar propuestas positivas. Lo mandé a mirar el modelo finlandes desde la optica de la inclusion/segregación educativa jajaja
he leido el libro … es buenísimo…. recomiendo leerlo … saludos,
rodolfo
Gracias Rodolfo, me importa tu recomendación pues este es un tema que haz estudiado.
Estimada Andrea:
No tengo nada en contra de los doctorados, mi alusión fue a un comentario en el diario, si empezamos a hacer uso de los títulos volvemos a lo mismo, eso de clasificar o definir a alguien en experto como lo hizo el primer comentarista, nos dejaría a todos en la categoría de inexpertos, algo a lo que me opongo, pues entonces para que opinamos, ya que solo los expertos pueden hacerlo, y esto es parte del problema de la educación en nuestro país, escolar y universitaria. Solo «valen» según la mayoría de gente que tiene voz en este país, aquellos que tienen muchos títulos, o sea, calidad igual a títulos, como comprenderás esa es una falacia vendida y aceptada a la cual yo con un granito de arena desafío, para mi todos iguales, todos algo que aportar y no expertos e inexpertos.
Aclaración efectuada ya sabes nada personal, nada contigo, solo fue en tu blog.
Un gran abrazo.
Lo sé. No lo sentí como crítica, por el contrario, lo que me interesa instalar en ese blog es un espacio para la discusión abierta. De hecho, creo que lo que precisamente el convertir los títulos y grados en sectas con lenguajes cripticos
…disculpa, mandé esto sin terminar de escribir; te decía que muchos colegas se ponen cripticos más por vanidad que otra cosa. Creo que es importante tener espacios para el dialogo, para la problematización e intercambio de ideas no entre «iniciados» sino con todos. Lo que una puede hacer es ofrecer una reflexión fundamentada para que los otros la tomen y hagan con ella lo que deseen, así mismo, al escuchar y hacerme cargo de criticas, dudas y comentarios de quienes me leen, me obligo a masticar y pensar cosas que no había visto, aveces reafirmando lo que pienso, otras generandome «ruidos» interesantes de sondear.
[…] me gustaría saber los suficiente de derecho como para cruzar esta interpretación con la de Fernando Atria, pero confieso que no me la pude con su libro. No en vano nuestra constitución es la de Pinochet, […]